Durante muchos años, a la hora de cuidar nuestra piel antes, durante y después del maquillaje, hemos tirado de aceites desmaquilladores, cremas hidratantes, tratamientos para el día, para la noche, bases no demasiado grasas… Aunque estos productos siguen existiendo y forman parte de la rutina de cuidados de muchas mujeres, hace unos años llegó a los mercados un nuevo cosmético que muchos artículos de belleza, profesionales e incluso usuarias calificaron de revolucionario: la BB Crema, o crema BB en castellano. Se trataba de un producto que incluía varias funciones a la vez, tanto estéticas como de cuidado para la piel del rostro.
Con el tiempo, a la BB le nació un primo hermano que funciona como competidor o como complemento, según se mire: la crema CC. Ambas se han consolidado hasta el punto de que en la actualidad ya está también a la venta la DD, la última de las innovaciones en este tipo de productos. Sin embargo, la rápida aparición de cada una de estas cremas ha llevado a que muchas desconozcan en qué consisten y en qué se diferencian. Precisamente ese tipo de dudas es la que pretende resolver este artículo.
BB son las siglas de Beauty o Blemish Balm. Tal como explica un post del blog ‘Radar’ de Anabel Vázquez en la revista Vanity Fair, las BB no fueron idea de un grupo de especialistas de belleza actuales. “Son un invento de Alemania, donde ya se usaban en los años 50 tras procedimientos quirúrgicos. Sin embargo, su popularidad llegó desde Asia.” Sea como sea, su aparición se tradujo en el uso de un mismo producto para cubrir varias necesidades básicas. Las BB principalmente hidratan, aportan color, protegen del sol y reducen brillos. Se trata de una crema más completa que una hidratante con color, que es quizá su antecedente más directo.
Cuando mujeres de todo el mundo vieron satisfechos sus neceseres con la BB, llegó la CC (Color Correction). Según Anabel Vázquez, la CC es en realidad “el resultado natural de la urgencia de las firmas por ofrecer el non plus ultra de la belleza.” En otras palabras, amplía y mejora las características de la BB. Por lo general, tienen un factor mayor de protección del sol, características anti envejecimiento y, como su nombre indica, perfeccionan el color. Hay cremas que cuentan con hasta 10 beneficios.
Y para rizar el rizo… la crema DD, recién llegada a los mercados. ¿Qué ofrece? Pues aún más características que las dos anteriores, cuidando aún más las líneas de expresión, la unificación del color y añadiendo más propiedades antienvejecimiento y antioxidantes.
Hay que señalar además que cada marca de cosméticos dota a su crema BB, CC o ahora DD, de personalidad propia. Es decir, que cada crema de cada marca puede ser diferente. Hay firmas cuyas BB cuentan con más de 7 u 8 beneficios, superando con creces las funciones principales anteriormente descritas. Y hay CC que cuentan con una protección solar mayor que otras. En la variedad está el gusto, sobre todo a la hora de elegir.
Después de esta presentación, viene la pregunta del millón: ¿cuál usar? Los expertos en belleza opinan que antes de elegir una crema, hay que tener claro qué necesidades tiene la piel de cada uno. Por eso, la DD, por ser la última, no tiene por qué ser la más indicada.
La más ligera es por lo general la BB, quizá por el hecho de que haber nacido primero la hace portadora de menos beneficios. No obstante, eso la hace especial para determinados usos. Volviendo a Anabel Vázquez, la blogger explica que en su opinión, “una BB Cream es una solución eficaz para quienes salen a las 9 de la mañana de casa y vuelven por la noche. Permite retoques, protege del sol y las agresiones ambientales y, por supuesto, hidrata.”
Así, la CC y la DD pueden considerarse más ‘pesadas’, por llamarlas de alguna manera, y deberían usarse según las necesidades o preferencias: más cuidados antiedad, más duración de la crema o más protección solar son algunos de los baremos por el que podemos decidir entre usar BB, CC o DD.
Las tres admiten base y maquillaje encima, si bien muchas usuarias prefieren lucir su rostro tan solo con el color que aporta alguna de estas cremas, además de que hoy en día es tendencia la naturalidad en el maquillaje, y precisamente eso es lo que pretende el color que aportan estos productos).
Asismismo, las tres pueden aplicarse mejor después de un poco de crema hidratante facial, algo que en muchas ocasiones completan y potencian el resultado final. Eso sí, después de su uso conviene, como cada noche, desmaquillarse, pues aunque estas milagrosas cremas reúnan tantas características cosméticas, aún no se ha inventado el producto que se limpie a sí mismo.