Hace un tiempo que llevo pensando en empezar a cuidarme porque la verdad es que no duermo nada bien por el estrés del trabajo. Y eso es algo que se nota mucho de manera exterior, en el cuerpo, ya que envejece mucho, pero también en el interior. Por eso he decidido comenzar a trabajar menos o al tener unos horarios cerrados y también cuidar mi descanso. Para esto me he comprado en la tienda online de muebles Dismobel un colchón de visco, del que se puede decir que es el material estrella de este siglo en cuanto a equipos de descanso, completamente adaptable a la figura de nuestro cuerpo mediante presión y temperatura. Además el HR (High Resilence) es una espumación de alta recuperación, garantía de gran durabilidad. Y para el interior de mi cuerpo, más que dietas y ejercicios, me he decantado por hacer una especie de terapia del agua, ya que esta tiene muchos beneficios para el organismo.
El caso es que en una visita al médico este me pregunto si bebía normalmente el agua suficiente. Yo le dije que lo hacía cuando tenía sed, lo cual me indicó que es un error, que hay que hacerlo más a menudo, que el hecho ya en sí de tener sed implica que nos hemos empezado a deshidratar, algo que no es nada bueno para nuestro organismo. Además, me decía que notaba que no tomaba muchos líquidos, que de ahí venía la pregunta, porque creía que tenía las piernas bastante hinchadas. No me recomendó encarecidamente que hiciese dieta para perder peso, simplemente me dijo que debía comenzar a beber más agua y que esperase un par de meses a ver si así notaba mejoras o algún cambio en mi cuerpo. Ahora sí lo noto, y me he dado cuenta de que son muchos los beneficios de algo que tenemos tan al alcance de la mano.
Pero ¿cuáles son estos beneficios?
Pues bien, para todos aquellos que tienen problemas respiratorios, por ejemplo, el agua es un factor clave para hidratar las mucosas que recubren la nariz, así como la garganta, los bronquios y los pulmones. De esta forma baja el riesgo de sufrir infecciones virales como lo pueden ser la gripe común o la influenza, y las infecciones bacterianas. Asimismo, si sufrimos de asma, bajarán también las posibilidades de sufrir un ataque agudo.
Por otro lado, si estamos pensando en sentirnos más bonitas y más bellas, debemos saber que el agua es un protector en este sentido, ya que nos ayuda a mantener los niveles adecuados de acidez en el cuerpo, de forma que así se retardan los procesos de envejecimiento.
Hablando de agua, por su puesto, tenemos que hablar de la correcta hidratación de nuestro organismo al beber alrededor de unos dos litros de agua durante el día, o al menos, nada por debajo del litro y medio. Así, con el cuerpo hidratado, según diferentes estudios universitarios, las sustancias para el control de bacterias en la boca bajarán, evitando así que suframos ciertos tipos de infección como pueden ser las caries o la gingivitis, por la que comienza la piorrea.
Asimismo, el hecho de beber agua nos ayuda también a mejorar los procesos digestivos, algo que causa muchas molestias a una gran parte de la población. Y es que de esta manera se absorben mejor los nutrientes y también se ayuda al transporte de los residuos.
Por otro lado, también resulta conveniente hacer un consumo equilibrado de agua para ayudar a otras partes del cuerpo, como el cabello, las uñas y la piel. Estos elementos mejoran al tener agua en el organismo, ya que se produce una regeneración celular por medio de minerales, de nutrimentos, y por supuesto, de oxígeno.
Por último, a la hora de hacer dieta, el agua es también muy buena, ya que beber unos diez minutos antes de cada comida nos permite llegar con menos ansiedad a la mesa. Además, al beber ayudamos después a que se expulse la grasa del cuerpo, ayudando también a evitar la retención de líquidos.