El cuidado de nuestros dientes se va poniendo de moda

Cuidar de nosotros mismos es, quizá, una de las labores más difíciles a las que nos vamos a enfrentar a lo largo de nuestra vida. Y no es porque sea difícil, sino porque se trata de una actividad que comprende, a su vez, un montón de cuestiones que no merecen ser pasadas por alto ni mucho menos. Y es que la salud es algo que tiene que ver con nuestra mente, con nuestra boca, con nuestras extremidades, con nuestros ojos… y también tiene mucho que ver con la salud de todas esas personas que se encuentran a nuestro alrededor.

La salud que corresponde a nuestros dientes ha sido una de las grandes olvidadas a lo largo de un montón de décadas en España. Llevamos muchos años contando con los medios ideales para lidiar con problemas como la caries, la periodontitis y similares. Pero en ese ejercicio de priorización y determinados aspectos de la salud, nuestros dientes no han ocupado, por lo general, un lugar destacado. Y claro, fruto de estas actuaciones han llegado los problemas a todas las familias que componen nuestra sociedad. Y los problemas dentales no constituyen precisamente una tipología de riesgos que pase desapercibido.

Publicaban algunos medios de comunicación hace un tiempo algunas noticias que revelaban el estado de gravedad en el que se encontraba la sociedad española en lo relativo a su salud dental. Hemos llegado a ver titulares que indicaban que tres de cada cuatro españoles tenía problemas de índole bucodental o indicando qué más del 90% de la población de este país tenía caries. son datos que nos tienen que asustar y que hay que tratar de revertir a la máxima brevedad posible si queremos ver a nuestro país como una referencia en materia dental a nivel europeo.

¿Se viene notando algún cambio de tendencia en los últimos años? Lo cierto es que sí, que hay una mayor preocupación en todo lo que tiene que ver con el cuidado dental, tanto el propio como el de todos nuestros seres queridos. Cómo es evidente, transformar todos esos datos de los que hablábamos en el párrafo anterior no es algo que se pueda conseguir en un año. Se trata de un proyecto que va a empezar a arrojar resultados a medio y largo plazo pero que no podemos dejar de lado en ningún caso. Sería un error del que nos estaríamos arrepintiendo toda la vida.

Es importante que, en general, los españoles empecemos a manifestar un gusto por cuidarnos y por mejorar nuestro estado de salud. Solo si esto nos gusta y si somos conscientes de la importancia que tiene para nuestro bienestar, conseguiremos mantener cuidada una zona de nuestro cuerpo de la que hemos pasado durante muchos años y que no es otra que nuestra propia boca. En la Clínica Dental C Blanco son optimistas. Han identificado una mayor ilusión entre sus pacientes en lo que respecta al cuidado de su salud general, lo que se extrapola a esa intención de mantener a salvo su salud bucodental.

La importancia de perder el miedo 

Otra de las cosas de las que hemos pecado los españoles tradicionalmente es de haber tenido demasiado miedo a acudir al dentista. Es necesario recalcar esta palabra, miedo, y no tratar de negarla. Nos han dado pánico las herramientas con las que trabajan los profesionales del sector dental, pero resulta que son las mejores y son tremendamente eficaces para terminar con cualquier tipo de problema que esté surgiendo en nuestra boca o dientes. El miedo ya no está justificado y son muchas las personas que, en un ejercicio de valentía, ya lo han perdido.

Gracias a la pérdida del miedo, ha mejorado la salud dental de la gente. Son dos cosas que podríamos catalogar como inversamente proporcionales: cuando una crece, la otra decrece y viceversa. Y es evidente que, en esa balanza, conviene que sea la salud lo que se encuentre por encima del miedo. De lo contrario, parece obvio que nos tenemos que ir preparando para sufrir todas las consecuencias de males como la caries, la pérdida de piezas dentales, la putrefacción de las mismas, el mal aliento y otras tantas desventajas para nuestra boca.

Los consejos de los que venimos hablando son válidos tanto para personas adultas como para menores. De hecho, es el grupo de población que más apoyo necesita en este sentido. Si somos capaces de proporcionarle este apoyo y se empiezan a generar buenos hábitos en lo que tiene que ver con el cuidado y el cepillado de los dientes de los más pequeños, seguramente estas personas eviten una gran cantidad de visitas al dentista. Seguro que a muchas personas les gustaría que esto fuera así. Solo hay que creerse que es posible conseguirlo.

 

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