Cuando se toca el tema de la donación de óvulos y de los donantes, no siempre se piensa como debería en la salud de éstos. Vamos a hablar de este tema y conocer más a fondo cuál debe ser el estado de salud de cualquier donante de óvulos para tranquilizar a los futuros padres que reciben tan preciado regalo.
¿Qué es la donación de óvulos?
La donación de óvulos, mejor dicho, de ovocitos es un tipo de técnica de reproducción asistida que lo que haces es resolver los deseos de maternidad que tienen muchas personas. Necesita que haya una serie de donantes voluntarios y anónimos, los cuales sin riesgos pueden llegar a ayudar a que se conviertan en reales los sueños de otras mujeres y las donantes terminan recibiendo una compensación por el tiempo que emplean
La donación de óvulos, o mejor, de ovocitos, es una técnica de reproducción asistida que resuelve los deseos de maternidad de muchas personas. Requiere la participación de donantes voluntarias y anónimas, que, sin apenas riesgos, pueden ayudar a hacer realidad los sueños de otras mujeres y reciben a cambio una compensación por el tiempo empleado en el tratamiento.
La donación es bastante eficaz y da unas oportunidades de embarazo del 60% a las personas que se someten a ella en cada intento que se realiza. Estas posibilidades de éxito son las mismas con independencia de la edad que tenga la mujer que reciba la donación de óvulos.
En cuanto a edad, las donantes son mujeres jóvenes, oscilando entre los 18 y los 35 años de edad, sanas y que deben someterse a una serie de pruebas de carácter médico que valen para detectar problemas de salud que puedan tener, tanto suyos como de carácter familiar.
Se seleccionan a las aptas y que cumplen las condiciones de seguridad demandas por la ley. Se asignan a la receptora, donde los criterios de compatibilidad y parecido físico, serán añadidos a otros como ojos, pelo, color de piel, RH, etc.
Si vamos a los donantes, estos se someten a un tratamiento inductivo de ovulación en el que se van inyectando fármacos por espacio de 7 a 10 días y donde maduran varios óvulos en el mismo ciclo. Después pasan a extraerse los óvulos gracias a una punción del ovario que será guiada por una ecografía que se realiza con sedación y que es indolora.
En cuanto se recuperan los óvulos, son fecundados con el semen de la pareja de la receptora o de un donante, dependiendo de los casos, transfiriéndose en el interior del útero de la receptora según el número indicado en cada uno de los casos.
Aquí es donde la donante finaliza su aportación, donde puede decir que ha ayudado a una mujer a que se cumplan los deseos de maternidad.
A este tratamiento suelen recurrir las mujeres que por una serie de motivos no pueden quedarse embarazadas con óvulos propios. Entre las causas más frecuentes está la edad, pero también se encuentra la menopausia precoz o fallos repetidos en la fecundación in vitro, por ejemplo.
Preocupación de las mujeres donantes
Según los especialistas en donación de óvulos Ividona, las mujeres donantes que acuden a sus servicios suelen tener gran preocupación por los riesgos existentes o si sentirán dolores. Lo cierto es que la donación no supone dolor ninguno y tampoco se consumen o gastan óvulos que hagan que pueda disminuir la fertilidad cara al futuro.
En el caso de las mujeres receptoras, son todavía más, tanto la salud como la seguridad, pues también lo da el que pueda haber parecidos físicos o no con la descendencia, la identidad que tendrá la persona donante o cómo puede esto repercutir con la relación con los hijos o afrontar la comunicación de que el nacimiento del bebé proviene de gametos que han sido donados.
Por el bien de todas, estas dudas tienen que ser resueltas y habladas antes de dar el paso de someterse al tratamiento. La experiencia de ser madre es completa y finaliza en gran número de casos con el nacimiento de un hijo, cumpliendo los de más de 5000 mujeres anualmente en nuestro país.
En pleno siglo XXI, la donación de ovocitos es un tratamiento de gran seguridad y eficacia a la que cada vez se recurre más, pues aumenta año a año el número de mujer que de forma generosa ofrecen sus óvulos.