Las grandes firmas de cosmética entran cada año en una lucha publicitaria por conseguir meterse en la cabeza de sus clientes potenciales, consumidores de este tipo de producto, con el fin de ser quien más venda, quien más beneficios consiga y, de paso, quien mejor imagen de marca consiga promover. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, son cada vez más los hombres y mujeres que no se deja impresionar por los anuncios de Lancome, Nivea o Estee Lauder.
La mayoría de estas empresas cuyas marcas todos reconocemos enseguida, siguen trabajando con productos químicos y laboratorios tradicionales que cada vez gustan menos a los consumidores. Ahora lo que se busca es la naturalidad, lo ecológico y lo saludable, por ello son otras marcas las que vienen pisando fuerte a las ya conocidas y, de hecho, firmas como Clarins o Clinique están trabajando en líneas de productos bio con el fin de poder competir con las nuevas firmas ecológicas.
Las mejores marcas de cosmética natural
Muchas son las firmas que han ido naciendo, de unos años a esta parte, cuya mayor baza es que sus productos son completamente naturales pero sólo unas pocas se han hecho un hueco en el mercado.
- Taller Amapola: una firma que ya cuenta con más de 10 años de experiencia a sus espaldas y cuyos productos se elaboran con ingredientes de origen natural cultivados en producciones sostenibles y guiándose por las máximas del comercio justo. Una compañía responsable y respetuosa con el medioambiente que fabrica una amplia gama de productos para el cuidado del rostro y del cuerpo.
- Biomer Comestics: esta marca de productos de cosmética natural comercializa cremas faciales y corporales con aceites esenciales en sinergia, sin parabenes ni derivados del petróleo, sin experimentación animal ni organismos modificados genéticamente. Destaca, sobre todo, por sus productos derivados de ingredientes que se extraen del Mar Menor.
- Happy Mum: una línea de cosméticos diseñada especialmente para mujeres embarazadas y bebés. El 100% de sus materias primas son naturales y no contienen conservantes, aromas artificiales ni otras sustancias alérgenas.
- Marilou Bio: una marca francesa que garantiza la limpieza de sus ingredientes. Sin parabenes ni experimentos con animales y a precios muy económicos.
- Rahua: cosmética capilar de lujo y de origen ecológico. Sus precios no son para todos los públicos pero sus productos consiguen un porcentaje de reparación del cabello impresionante gracias al aceite de Rahua proveniente de Ecuador.
- Kure Bazaar: esmaltes de uñas ecológicos que, a pesar de ser un producto eminentemente químico, es una alternativa más sostenible y menos tóxica que las lacas de uñas convencionales. Utiliza hasta un 85% de ingredientes naturales como la pulpa de madera, el trigo o el maíz.
- Pulpe de Vie: otra marca francesa que no testa en animales y cuyos productos no contienen colorantes, transgénicos, siliconas ni parabenos. Un 25% de sus materias primar provienen de las frutas y un 50% de sus ingredientes con totalmente bio.
- Rainwater Botanicals: una de las firmas con mayor experiencia pues nació en 1999, en Washington. Una firma ecológica cuyo principal ingrediente es una planta medicinal llamada consuelda que tiene grandes propiedades curativas para la piel. Sus envases son funcionales y reciclables, los ingredientes de cultivo local. Destacan por sus precios económicos y su amplísimo catálogo.
Tratamientos en centros de belleza
No obstante, muchas mujeres y cada vez más hombres, prefieren acudir a centros de belleza a realizarse ciertos tratamientos dejando en manos de los profesionales tanto su cuerpo como su rostro. Y es que la realidad es que quien puede permitírselo, prefiere relajarse mientras otro realiza el trabajo antes que tener que hacerlo él mismo.
Así, mientras que antes nos poníamos máscara de pestañas y luego se empezaron a llevar las pestañas postizas, ahora lo que está realmente de moda es quedarte de brazos cruzados mientras un especialista dedica varias horas de su tiempo a ponerse, pelo a pelo, extensiones de pestañas. Cómodo es, y mucho, aunque también muy artificial. A veces pienso en estas chicas que llevan de todo en la cara y creo que un día se van a empezar a quitar todas esas cosas de la cara y van a acabar mirándose al espejo sin reconocerse, aunque tal vez esto solo sea una percepción mía sacada de algún tipo de estereotipo de película estadounidense, o mejor aún, de alguna película japonesa o coreana que parece ser que son los dos países que hacen maravillas con el maquillaje de diario.
Sea como sea, hay empresas totalmente especializadas en ofrecer este servicio. En Bellesa i Unglés, expertos en extensiones de pestañas en Guinardó, Barcelona, aseguran que el resultado puede ser tan natural o artificial como el cliente o la clienta desee, así que imagino que todo depende de lo que se busque conseguir.
Sea como sea, los tratamientos naturales, ya sea porque los cosméticos que se utilizan lo son, o porque los resultados también ofrecen una imagen bastante natural, se contraponen últimamente muchísimo a todos aquellos tratamientos extremos, ya sean de cirugía o de maquillaje, que otro grupo de la sociedad prefiere utilizar y así, la estética de moda, se queda un poco en el centro. ¿Y tú, qué prefieres?