Mi mejor amiga trabaja como consultora para una marca de Cosmética Natural, domina a la perfección diferentes idiomas y se pasa varios meses viajando por todo el mundo, visitando países exóticos en busca de los mejores productos para la piel y el cabello.
Hace poco vino del Norte de África y trajo Aceite de Argán en pequeños frasquitos, como sabe lo mucho que me gusta la Cosmética Natural siempre me regala muestras de todos los productos que va trayendo y me comenta sus propiedades y beneficios.
No era la única apasionada por estos remedios naturales y exóticos que ella iba descubriendo en sus viajes, algunas amigas que venían a casa me preguntaban por mis cremas y champús al ver lo cuidada que tenía la piel y el cabello. Con el tiempo se fue formando un pequeño grupo de amigas, todas interesadas en la Cosmética Natural así que le propusimos a mi amiga hacer pequeñas sesiones y reunirnos un par de veces por semana para experimentar con diferentes productos naturales, investigar y crear aceites, champús y perfumes naturales.
No me costó mucho convencerla, ya que como consultora de belleza a mi amiga le apasionaba poder ofrecer sus conocimientos y facilitárselos a los demás, sobre todo si era en pequeñas reuniones a modo de rituales de belleza caseros para compartir entre amigas.
Así que organizamos nuestras agendas en función de su disponibilidad y comenzamos nuestras sesiones semanales de Cosmética Natural.
Curiosamente, aunque mi amiga había viajado por todo el mundo cuando le pregunté por su Aceite esencial de cuidado diario no dudó ni un segundo: el Aceite de Coco.
Como llevábamos más de un año haciendo nuestras sesiones de Belleza Natural y acabábamos de enterarnos de su embarazo, se nos ocurrió entre todas dedicarle un día muy especial, y al recordar su pasión por el Aceite de Coco todas coincidimos en llamarle, el día del Coco.
Queríamos crear un evento único en el que hiciésemos pequeñas rutinas de belleza, masaje y cocina. Una de nuestras amigas tenía el espacio perfecto en su casa con jardín así que solo nos quedaba pensar en la decoración y la comida.
Como nos costaba un poco ponernos de acuerdo para hacer la comida, les propuse que recurriéramos a entusfogones, una empresa de catering que ofrece sus servicios también a particulares en su propio hogar.
Conocí esta empresa en la boda de una compañera de trabajo y me había gustado mucho su servicio, ya que era muy profesional y personalizado, cuidaban hasta el mínimo detalle para conseguir que tu evento fuera perfecto, sabía que también hacían catering a domicilio así que me pareció nuestra solución perfecta.
Beneficios Cosméticos del Aceite de Coco
Entre otras cosas queríamos cuidar la decoración y hasta hacer pequeños cuadernillos con dibujos y una breve explicación de los múltiples beneficios del Aceite de Coco.
Nuestra amiga siempre nos recordaba los mismos, así que como guiño enumeramos todos y cada uno de los consejos y remedios que siempre nos daba a base de Aceite de Coco dibujando su rostro con bocadillos en los que describíamos todas sus propiedades.
La cara sonriente de mi amiga hablando de las propiedades adelgazantes, nutritivas e hidratantes, así como su capacidad a la hora de desencrespar el pelo y dejarlo liso y bien hidratado.
También la dibujamos en sus rutinas de belleza recordándonos que también podemos usarlo como desinfectante y antimicrobiano dada su elevada presencia de vitaminas de carácter antimicrobiano.
Y hasta un gracioso dibujo señalando mis patas de gallo y recordándome su estupendo efecto antiarrugas debido a la gran cantidad de antioxidantes que hay en el coco y que ayudan a combatir los radicales libres, razón que lo convierte en un cosmético anti-edad muy efectivo.
Para terminar y para celebrar su reciente embarazo también le recordamos que le ayudaría a reducir sus estrías junto con el de Rosa de Mosqueta o el de Almendras Dulces y le hicimos un paquetito muy especial con estos tres aceites como regalo.
El día del Coco resultó todo un éxito, como resultado, desde ese día en adelante todas nos convertimos en Coco-adictas, y allí a dónde fuéramos rezumábamos a perfume fresco y dulce de coco.
Un aroma inconfundible que para todas las que nos reuníamos cada semana en nuestros pequeños rituales de Belleza, solo podía recordarnos a una cosa, a nuestra mentora viajera, amiga y amante del Aceite de Coco.