Debido a una descomposición y reconstrucción del tejido óseo, los dientes pueden moverse de su sitio. Esto conlleva a dientes imperfectos, movidos, salidos y muy poco estéticos. Y no sólo eso, sino que puede llevar a molestias y dolores bucales, mala higiene, dolores de cabeza, síntomas de desórdenes temporomandibulares (DTM), dolor de cuello y de espalda.