La salud es siempre visible. Esto es lo que decía mi madre y ahora entiendo el por qué. Y es que cuando estamos enfermos, o aunque nos encontremos bien, tenemos las defensas bajas o estamos incubando cualquier cosa, se nota en nuestro cuerpo. Nuestra piel está más apagada, sin brillo ni luminosidad y tenemos un toque a “magranetes agres”, un dicho valenciano cuyo significado viene a decir que tenemos mala cara, lo que denota que no estamos en nuestras plenas facultades.
Pues bien, como ya hace tiempo que vengo notando esto y si no lo hago tanto por la salud en sí sí que quiero hacerlo para sentirme bien, por dentro y por fuera, decidí empezar a cuidarme y tomar más fruta y verdura. Vamos, lo que viene siendo llevar una dieta equilibrada. Y entre manzanas y peras, o naranjas y mandarinas, descubrí que hay un fruto que jamás había probado y del que me acababa de hacer adicta a su sabor, se trata de la Clementina Precoz.
Esta fruta es una variante, obviamente, de la clementina (mandarina) de toda la vida pero que tiene un sabor muchísimo más intenso. Es una fruta que carece de semillas, algo que para los vagos como yo es muy positivo porque yo soy capaz de no comerme una raja de sandía o de melón con tal de no tener que ponerme a quitar las dichosas pepitas. Es como el marisco, me niego a tener que ponerme a pelar gambas y langostinos con las manos, por eso no como nunca, y es que lo de pelarlos con cuchillo y tenedor no es lo mío, que aún recuerdo el vuelo en caída libre que realizó la gamba con la que hice mi último intento. Bueno, a lo que iba, la clementina precoz es una fruta que descubrió la empresa Culifort en 1998 y que bautizó con el mismo nombre de la empresa.
Y es que comer cítricos de forma regular tiene una serie de beneficios que yo desconocía y que ahora, gracias a esta obsesión por comer sano para lucir mejor aspecto, he descubierto. Por ejemplo, los cítricos con una fuente natural de vitaminas y minerales porque las concentraciones de vitaminas A, B1, B2 y C, así como potasio, cobre y azufre con muy altas. Protegen nuestro sistema digestivo porque ayudan a disolver alimentos y desinfecta las vías digestivas. Además controlan los niveles de colesterol y ácido úrico y sus aceites esenciales nos ayudan a tener una piel excelente. De hecho, si consumes cítricos en ayunas, éstos contribuyen a la limpieza, hidratación y embellecimiento de la epidermis. Previenen la diabetes, activan nuestro sistema inmunológico, desintoxican nuestro organismo, depuran nuestros órganos e incluso nos ayudan a perder peso porque favorecen la quema de grasas y además son diuréticas y laxantes.
Para mí descubrir los cítricos a estas alturas y en concreto esta variedad de clementina ha sido todo un hallazgo. Por lo visto Culifort, la descubridora de tal hallazgo, es una empresa que trabaja en el sector de la agricultura, de hecho es proveedor de productos orgánicos para la agricultura, y también químicos. Diseñan sus productos especialmente para una nutrición vegetal completa para todo tipo de cultivos hortícolas, de cereales o de frutas y apuestan fuertemente por la investigación e innovación así que desde aquí les animo a que descubran nuevas variedades de frutas porque en Alicante ya tienen una fan para toda la vida.