Si compramos o vemos cualquier publicación sobre decoración de interiores o que se dedique a las reformas en el hogar, seguro que no tardamos en encontrar la pizarra en algunas de sus fotos. Estamos ante un material con mucha historia, pero que nunca se ha ido y actualmente está más de moda que nunca.
Se puede ver su utilización en multitud de revestimientos de suelos, paredes o cubiertas en un sinfín de proyectos para el hogar. La pizarra, una piedra que ha sido utilizada por generaciones y generaciones sigue acompañándonos con más fuerza que nunca.
¿De qué está formada la pizarra?
La forman láminas minerales que colaboran a su composición y que le dan diferentes tonalidades. No solo hablamos de que la pizarra es altamente atractiva en lo estético y de su elegancia, las características que tiene hacen de ella un componente de lo más resistente e impermeable. Esto hace que se utilice para interiores y exteriores.
¿Para qué vale la pizarra?
Antes solíamos ver más la pizarra en exteriores para las paredes o cubiertas, pero desde hace ya unos años también podemos verla en los cuartos de baño, salones comedor y demás instancias. Es un material impermeable de lo más resistente, lo que ha ayudado a que con el paso del tiempo sea una magnífica opción de lo más utilizada.
El motivo para que así sea es bastante sencillo, la piedra se comporta con la humedad de modo altamente indicado, donde la resistencia es su principal facultad.
La sociedad en estos momentos vive tiempos en los que el estrés y las prisas hacen que los acabados no siempre sean los mejores, pero la pizarra, con su estética tan particular, está considerado como un material auténtico y una apuesta por lo natural que da serenidad y una sensación de calidad al lugar en el que se instala.
No hablamos por habla, solo hay que pensar en que, por ejemplo, para la cultura zen, se ve como una piedra de gran elegancia y con efectos relajantes.
Además de todo esto, las posibilidades que nos ofrece la pizarra a la hora del diseño de interiores son magníficas. Esto solemos verlo en los suelos de los salones, cocinas y en algunas paredes interiores como decoración. En definitiva, que las combinaciones existentes a la hora de instalar pizarra en el hogar son inimaginables.
Destaca por tener una textura de lo más irregular que le da ese encanto y atractivo a todo sitio en el que se utiliza. Lo mismo vale para una vivienda particular que quiera ser moderna como para otra que busque combinarla con otros elementos más tradicionales o rústicos (caso de la madera). La pizarra colabora a crear ambientes, sin duda.
Entre las ventajas más reseñables que tiene la piedra de pizarra es que podemos encontrarla en diferentes despieces, lo que hace posible que se encuentre en formatos de gran tamaño que se pueden adaptar a suelos o diferentes pavimentos, hasta otros de menor tamaño o de variadas formas para la creación de diseños modernos. O de lo más particulares.
Como decíamos antes, es un material que se lleva mucho tiempo utilizando y que en el pasado ha sido de lo más usado en las zonas de montaña y casas rurales. Desde hace años y aprovechando su adaptabilidad, es posible ver como se puede ver en todo tipo de hogares y de estilos. Un material que nunca pasa de moda, en definitiva.
La industria de la pizarra confirma la apuesta por este material actualmente
Desde Pizarras y Derivados, una empresa leonesa de origen francés altamente especializada en pizarra, no han dudado en dejarnos bien claro que arquitectos, diseñadores y constructores contactan mucho con ellos al ser la pizarra uno de los materiales favoritos para emprender todo tipo de proyectos constructivos.
Así que ya sabéis, si vuestra reforma necesita algo elegante, de calidad y duradero, la pizarra es una alternativa de lo más segura y utilizada. Esta empresa también nos comentó que, hasta hace no muchos años, se utilizaba a nivel de hogar únicamente para el exterior en su mayor parte, pero que ahora ha pasado a ser elemento habitual cuando se busca sorprender por las muchas posibilidades que da a los profesionales de la decoración y las reformas.
