Ya estamos en octubre y como cada año empieza el debate de los pro-Halloween contra los más amantes de la cultura tradicional española. Es curioso, porque parece un debate que no tiene fin, cada año es igual, y cada año hablamos de los mismos temas al respecto. Pero es como cuando llega verano y las revistas empiezan a hablar de dietas milagro o de cómo ponerse en forma en 3 semanas y cosas similares. Son temas clásicos de estas épocas del año.
El Debate
Como siempre, están los que pasan de todo, los amantes férreos al día de todos los santos y luego los amantes de Halloween y de cualquier fiesta que les permita pasárselo bien con algo de creatividad. Pero lo que los más puristas no saben, es que Halloween se celebraba en España mucho antes que en Estados Unidos.
El origen de Halloween lo encontramos en el Samhain, un ritual de origen celta, una tradición pagana que se celebraba antes del nacimiento de Cristo. Según se narra en la cultura celta, esa noche los espíritus aprovechaban para regresar y mezclarse con los vivos, incluso a veces la muerte se infiltraba entre los espíritus con la intención de llevarse algunas almas. Por eso, para engañar a los muertos, la población se disfrazaba de espíritus y les dedicaban ofrendas para tenerlos contentos. ¿A qué os suena todo esto? ¿No os parece similar al actual Halloween? Pues el Samahín se celebraba en el norte de España (pueblos celtíberos) ya en esa época. De hecho, a Estados unidos no llegó hasta el siglo XIX por lo que podríamos decir que antes se celebraba aquí, que allí.
Si esto lo supieran quienes están en contra de la celebración fantasmal, ¿creéis que cambiarían de opinión o seguirían en sus trece?
La realidad es que el debate no va a cesar, ni este año, ni el que viene. Las cosas como son.
La mezcla de tradiciones
Pero lo que no entiendo es por qué celebrar una cosa debe contraponerse a la otra, ¿acaso no podemos celebrar la noche de Halloween y luego ser fieles a la tradición más católica de las fechas y celebrar también el día de todos los santos, con sus huesos de santos y buñuelos de calabaza?
Halloween, con sus disfraces y maquillajes, es una fiesta que los niños disfrutan como nadie. Es como una especie de carnaval del terror, una segunda oportunidad para disfrazarse y divertirse al tiempo que juegan con sus amigos o con la familia, y esto es algo que se puede hacer el día 31 sin problema y luego levantarnos todos en familia el día 1 para ir al cementerio a limpiar las lápidas de nuestros familiares fallecidos, poner flores e irnos a comer todos juntos y a tomar café con los dulces de todos los santos. ¿Acaso una cosa impide hacer la otra?
Quizá el problema radica en que la gente joven de hoy en día no quiere ir al cementerio, no entra dentro de sus planes esa ida ¿pero de verdad creemos que quitando Halloween volverán a tener ganas de madrugar para ir a limpiar lápidas? Dejadme que lo dude.
La noche más terrorífica
Dicho esto creo que dejo bastante claro que soy muy pro-Halloween, en todos los sentidos, y adoro hacer planes terroríficos ese día, y esa noche.
Por un lado tenemos la posibilidad de pasar el día haciendo alguna actividad. Los parques de atracciones de toda España ya han adaptado su decoración a la temática de Halloween y tanto Port Aventura, como el Warner Bross o Terra Mítica ya ofrecen experiencias únicas para ese día en cuestión. Pero no hace falta irte hasta ellos y pagar entrada si no quieres, muchas urbanizaciones organizan su propia fiesta de Halloween para los más pequeños, y si no puedes montártela en familia.
Por otro lado tenemos la noche, esa en la que los amantes del terror tienen dos posibilidades, o salir de fiesta a alguna discoteca que organice algo especial, o pasar una noche de miedo con pelis y mantas… quizá este año lo de la manta sobre pero lo de las pelis no.
Amazon Prime, al igual que casi todas las plataformas, ya tienen preparado un paquete de películas de miedo para la noche en cuestión:
Los mejores slashers
- Scream 1
- Scream 2
- La Matanza de Texas
- Viernes 13
- Feliz día de tu muerte
Para fans del terror
- The Prodigy
- Señales
- La Matanza de Texas
- Tiburón
- Hostel 3: De vuelta al horror
- La saga Insidious
- Sinister
- No respires
- Infierno azul (The Shallows)
- The Babadook
- 1921
- El estigma del mal
- Calle Cloverfield 10
- Annabelle: Creation
- Suspiria
- IT
- Posesión Infernal
- Un hombre lobo americano en Londres
- Paranormal activity: dimensión fantasma
- El bosque de los suicidios
- Underworld: guerras de sangre
Para amantes de zombis
- Día de muertos
- Tren a Busan
Comedias de terror
- Scary Movie
- Scary Movie 2
- Scary Movie 3
- Los cazafantasmas
Pero hagas lo que hagas, si eres un verdadero pro-Halloween, tendrás que hacerlo disfrazado.
El tema de la vestimenta es sencillo, o te lo haces tú y vas de Zombie (que es fácil) o de Momia, o compras el disfraz en alguna tienda económica. Mi disfraz de este año me ha costado 15 euros en La Casa de los Disfraces y es de Moja Diabólica. Nada mal ¿no? Y mi idea es maquillarme como el Valak de la película “La Monja”.
Maquillajes de terror
Para conseguir un buen maquillaje de terror no hace falta ser un experto. Cabe recordar que hay ciertos productos que ayudan, y mucho, a conseguir los efectos más escalofriantes. Hablo de la sangre, del látex líquido, de las prótesis y máscaras, etc. Todo depende del dinero que pienses invertir en ese disfraz.
El tema de la sangre, las prótesis y el látex da mucho juego porque con cuatro brochazos podemos conseguir un efecto impresionante para ser un zombie, o un vampiro, o incluso un fantasma muerto por accidente de tráfico. El tema de las máscaras es simple, la compras, te la pones y ya, pero a mí no me gusta. Y luego vamos a los clásicos, maquillaje de cera o cotidiano y algo de gracia en la mano. Para esta última opción nunca debe faltar el color blanco, el negro y el rojo, y ya partiendo de ahí podemos meterle tantos colores como necesitemos.
Debemos tener en cuenta que la palidez la conseguiremos con las ceras blancas, y podemos usarlas tanto para ser zombies, como fantasmas como calaveras o mi Valak de este año. El negro, por supuesto, para marcar ojos, hundir pómulos y marcas rasgos, y el rojo es ideal para hacer efectos terroríficos. De hecho, con esos tres colores podemos ser “Joker”, que ahora está tan de moda, o Drácula, o una Catrina mejicana… incluso podemos convertirnos en un Frankenstein. Solo hace falta un poco de imaginación.
Además, si tu idea es disfrazarte pero ir “mona”, siempre puedes usar tonos oscuros para párpados y labios, y luego dibujar algo especial en tu rostro para ese día como, por ejemplo, una telaraña, una boca rasgada, lágrimas negras o simplemente hacerte una pequeña herida (simulada claro). Te explicamos cómo hacerlo:
Necesitarás:
- 1 alcohol en gel o bien un desinfectante en gel para manos
- Diferentes marcadores o fibras de colores entre ellos de color negro, verde, amarillo, morado y azul
Para comenzar tienes que dibujar una herida con el marcador azul
En la parte del interior tienes que pintar de verde, amarillo, morado y negro.
Luego frotas de manera suave para no irritar la piel con el gel que desinfecta y quedara como si tuvieras una herida real para tu caracterización.
¿Y tú, eres de Halloween o de Todos los Santos?