No cuidarte los dientes también perjudica al resto de tu cuerpo.

Si te has preguntado alguna vez por qué tu dentista insiste tanto en la importancia de cuidar tus dientes, la respuesta va más allá de simplemente mantener una sonrisa bonita. La salud dental no solo influye en tu boca, ya que puede afectar a otras partes de tu cuerpo. La conexión entre una buena higiene bucal y tu bienestar general es más estrecha de lo que podrías pensar. Vamos a ver cómo una mala salud dental puede repercutir en tu cuerpo y qué hábitos básicos puedes seguir para mantenerte a salvo.

  • Enfermedades del corazón.

Un problema común relacionado con una mala salud dental es el riesgo aumentado de enfermedades del corazón. Parece sorprendente, pero la relación entre las dos es bastante real. Las bacterias que se acumulan en los dientes y encías pueden entrar en el torrente sanguíneo y llegar al corazón. Una vez allí, estas bacterias pueden provocar la formación de placas en las arterias, lo que puede llevar a enfermedades cardíacas, como la aterosclerosis.

Además, la inflamación crónica en las encías, conocida como periodontitis, también está relacionada con un mayor riesgo de problemas cardiovasculares. Esta inflamación puede generar sustancias químicas que afectan a la salud del corazón. Por eso es fundamental cepillarse los dientes al menos dos veces al día y usar hilo dental para reducir la acumulación de bacterias y mantener las encías sanas.

  • Diabetes.

La diabetes es otra condición que puede verse afectada por la salud de tus dientes. Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar infecciones en las encías. Además, una infección dental puede dificultar el control del azúcar en sangre, haciendo que la diabetes sea más difícil de gestionar. Es un círculo vicioso: la diabetes puede causar problemas dentales, y a su vez, los problemas dentales pueden agravar la diabetes.

Para mantener esta relación bajo control, es esencial que las personas con diabetes presten especial atención a su higiene bucal. Cepillarse los dientes y usar hilo dental correctamente es más que necesario, así como realizar visitas regulares al dentista para detectar y tratar problemas dentales a tiempo.

  • Problemas respiratorios.

Aunque pueda parecer sorprendente, las enfermedades dentales también pueden estar vinculadas a problemas respiratorios. La acumulación de bacterias en la boca puede provocar infecciones en los pulmones, especialmente en personas mayores o en aquellas con sistemas inmunitarios comprometidos. Infecciones como la neumonía pueden ser facilitadas por bacterias orales que se desplazan hacia los pulmones.

Para evitar problemas respiratorios, asegúrate de mantener una buena higiene bucal. Además de cepillarte los dientes y usar hilo dental, considera el uso de un enjuague bucal antiséptico que pueda ayudar a reducir la cantidad de bacterias en tu boca.

  • Problemas digestivos.

Otro aspecto interesante de la salud dental es su influencia en el sistema digestivo. Masticar es el primer paso en el proceso de digestión. Si tienes problemas dentales, como caries o dientes dañados, puede ser difícil masticar los alimentos adecuadamente. Esto puede llevar a problemas digestivos, ya que los alimentos no se descomponen correctamente antes de llegar al estómago.

Además, las bacterias en la boca pueden producir compuestos que afectan el tracto digestivo. Una buena higiene dental ayuda a prevenir problemas en los dientes y encías, favoreciendo además una digestión saludable.

Cómo prevenir problemas dentales.

Ahora que hemos visto cómo una mala salud dental puede afectar a distintas áreas de tu cuerpo, es hora de hablar sobre cómo puedes evitar estos problemas. A continuación, te detallo algunos hábitos básicos para mantener tus dientes y encías en buen estado.

  • Cepillado adecuado:

El primer paso en el cuidado dental es cepillarse los dientes correctamente. Para ello, elige un cepillo de dientes con cerdas suaves que sea lo suficientemente cómodo para tu boca y pasta dental que contenga flúor, un mineral que fortalece el esmalte dental y ayuda a prevenir las caries. Asegúrate de cepillarte los dientes al menos dos veces al día, preferiblemente por la mañana y antes de acostarte, durante unos dos minutos cada vez. Durante el cepillado, presta atención a cada superficie de los dientes: las caras exteriores, interiores y de masticación. No olvides cepillar también la lengua y el paladar, ya que la lengua puede acumular bacterias y restos de comida que contribuyen al mal aliento y a la formación de placa. El uso correcto del cepillo es fundamental para mantener una buena salud bucal.

  • Uso del hilo dental:

El cepillado solo no es suficiente para mantener una buena salud dental. Aunque cepillarse los dientes es necesario, el hilo dental juega un papel muy importante en la limpieza de las zonas que el cepillo no puede alcanzar, como entre los dientes y debajo de la línea de las encías. Estas zonas son especialmente propensas a acumular placa y restos de comida que, si no se eliminan, pueden llevar a la formación de caries y enfermedades de las encías. Usa hilo dental al menos una vez al día, preferiblemente antes de acostarte, para garantizar que todos los rincones de tu boca queden limpios. Asegúrate de usar la técnica adecuada, deslizando suavemente el hilo entre los dientes y curvándolo alrededor de cada uno en un movimiento en forma de C, para limpiar eficazmente entre ellos.

  • Enjuagues bucales:

Utilizar un enjuague bucal puede ser un excelente complemento a tu rutina de cuidado dental. Los enjuagues bucales antisépticos están formulados para reducir una gran cantidad de bacterias en la boca, ayudando a prevenir la acumulación de placa y la inflamación de las encías. Además de combatir la gingivitis, estos enjuagues pueden ayudar a mantener un aliento fresco al eliminar los compuestos que causan mal aliento. Para obtener los mejores resultados, elige un enjuague bucal que contenga ingredientes activos como clorhexidina o aceites esenciales, y úsalos después del cepillado y el uso del hilo dental. Asegúrate de seguir las indicaciones del producto en cuanto a la cantidad y la frecuencia de uso para maximizar sus beneficios. Recuerda que el enjuague bucal no sustituye el cepillado ni el uso del hilo dental, sino que actúa como un refuerzo en tu rutina de higiene bucal.

  • Dieta equilibrada:

Los alimentos y bebidas azucaradas son especialmente perjudiciales porque el azúcar sirve de alimento para las bacterias que viven en tu boca. Estas bacterias convierten el azúcar en ácidos que atacan el esmalte dental, aumentando el riesgo de caries. Para proteger tus dientes, trata de reducir el consumo de golosinas, refrescos y otros productos azucarados. En su lugar, opta por alimentos ricos en nutrientes y fibra, como frutas, verduras y granos enteros. Estos alimentos fortalecen tus dientes y encías, al igual que favorecen una salud general óptima. Los alimentos ricos en calcio, como los productos lácteos y los vegetales de hoja verde, son especialmente beneficiosos para mantener los dientes fuertes. Y, por cierto, beber suficiente agua ayuda a eliminar los restos de comida y a mantener una buena hidratación, lo que también es esencial para la salud dental.

  • Visitas regulares al dentista:

Una de las mejores formas de mantener tus dientes y encías saludables es visitar al dentista regularmente. Las revisiones dentales deberían hacerse al menos cada seis meses, independientemente de si tienes problemas visibles o no. Estas visitas permiten a los dentistas detectar problemas incipientes que podrían no ser evidentes a simple vista, como caries en sus primeras etapas, signos tempranos de enfermedades de las encías, o problemas en la estructura dental. Además de la inspección visual, los profesionales de Clínica Dental Santé (expertos en ortodoncia en Chamberí) recomiendan realizar limpiezas profesionales para eliminar la placa y el sarro que se acumulan con el tiempo, lo cual ayuda a prevenir problemas más serios. Si se detectan problemas, el tratamiento oportuno puede evitar complicaciones mayores y con un mayor precio en el futuro. Las visitas con frecuencia también son una oportunidad para recibir asesoramiento personalizado sobre el cuidado dental en casa y ajustes en tu rutina si es necesario.

  • Evitar el tabaco:

Ya todos sabemos que el tabaco es perjudicial para tu salud en general, pero es que debes saber que además puede causar problemas dentales que, desde luego, no son poca cosa. Fumar o utilizar productos de tabaco provoca una serie de complicaciones orales que hay que prevenir en la medida de lo posible. Los productos de tabaco pueden provocar la acumulación de placa y sarro, lo que aumenta el riesgo de enfermedades de las encías, como la gingivitis y la periodontitis, que pueden llevar a la pérdida de dientes si no se tratan a tiempo. De igual forma, el tabaco causa mal aliento persistente, que puede ser difícil de eliminar con medidas de higiene bucal en casa. El uso de tabaco debilita el sistema inmunológico en la boca, haciendo que sea más difícil para el cuerpo combatir infecciones y sanar después de procedimientos dentales. Si eres fumador, considera dejar el tabaco para mejorar tu salud dental y general. Existen muchos recursos y programas disponibles que pueden ayudarte a dejar el tabaco, y los beneficios para tu salud bucal y bienestar general te aseguro que son bastante notables.

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