A lo largo de los siglos los estándares de belleza han ido cambiando. En la civilización griega la belleza era primordial, sus cánones eran de estructura clásica, artística, proporcionada. En el mundo medieval la belleza siempre estuvo muy relacionada con la religión. Más tarde, en el barroco, se puede apreciar cómo uno de sus pintores, Rubens, representa a las mujeres muy voluptuosas, con exuberantes formas. Y así podríamos ir pasando por las diversas culturas hasta llegar a nuestros días donde se rinde culto al cuerpo, procurando mantener una estética de cuerpo joven, sano, intentando alcanzar el elixir de la eterna juventud. En el Centro QB, situado en Marbella, lo saben y allí podemos encontrar desde una escuela de quiromasaje hasta una escuela de estética, todo ello orientado para proporcionarnos el mayor placer y bienestar posible.
Debemos cuidar nuestro cuerpo al mismo tiempo lo estamos haciendo con nuestra mente, como bien dice la frase en lengua latina “mens sana in corpore sano”, y es que una cosa va estrechamente unida a la otra. Por ejemplo, un buen masaje nos puede ayudar a resolver algún problema muscular al mismo tiempo que podemos disfrutar y relajarnos, pues son una técnica muy antigua que se utilizaba para aliviar el dolor.
Existen varios tipos de masajes según los beneficios que persigamos:
- Descontracturantes: Se utilizan para descargar uno o varios músculos sobrecargados cuyo origen puede estar en la repetición de determinados movimientos, por la predisposición de cada individuo, por malas posturas, por traumatismos, por esguinces, etc. Generalmente los músculos más afectados suelen ser los del cuello y la columna vertebral.
- Linfático: Este masaje tiene efectos purificativos, de barrera inmunológica, drenaje de los tejidos, eliminación de sustancias tóxicas, etc.
- Anticelulítico: Se suele utilizar para facilitar la pérdida de peso, ya que moviliza los tejidos a fin de acelerar la eliminación del tejido graso presente debajo de la piel
- Relajante: Su fin es descargar la tensión acumulada mediante una aplicación con aceites aromáticos de presiones firmes y lentas sobre nuestro cuerpo, principalmente en espalda, cuello y piernas, acompañándolas de una música suave y relajante.
- Thailandés: Como su nombre indica es originario de Thailandia, practicado por los nativos desde tiempos remotos, trabaja todo el cuerpo ejerciendo diferentes niveles de presión, está muy relacionado con el yoga.
- Deportivo: Está orientado a la práctica de deportes de alta competición, a fin de evitar lesiones musculares, desgarros, relajación de la musculatura, eliminación de toxinas, etc.
- Faciales: Es un tipo de masaje asociado a la estética, pues nos ayuda a tonificar la piel evitando la aparición de arrugas, patas de gallo, bolsas, ojeras, asi como a redefinir el contorno del óvalo de la cara.
Todos estos masajes se aplican con unos aceites que ayudan a las manos se deslicen sobre el cuerpo con más facilidad, a la vez que poseen diferentes propiedades, por ejemplo algunos pueden ser antiinflamatorios como el de caléndula, para los dolores musculares aceite de árnica, para combatir el estrés y la ansiedad el aceite de jazmín y el de almendras…
Masaje y balneario, combinación de diez
Si además queremos asociar salud, bienestar y ocio, a estos masajes que nos son proporcionados normalmente por un fisioterapeuta en una clínica adecuada y especializada, les podemos unir unas instalaciones en un balneario o en un spa, como Spa Evasiom, en Barcelona, donde gocemos de los beneficios de las aguas termales, con un resultado ya sería de diez.