Con la llega del verano, el buen tiempo y las vacaciones a todos nos gusta disfrutar del sol, el calor y las actividades al aire libre, pero para ello es muy importante seguir las recomendaciones de los especialistas en oftalmología que nos advierten que una exposición excesiva a la luz ultravioleta (UV) procedente de los rayos solares puede ser dañina.
El 95% de la energía solar que llega a la superficie terrestre es UV y la exposición del hombre a esta radiación invisible es lo que causa del bronceado en nuestra piel, de su envejecimiento y de la aparición de las arrugas, pero también se ha demostrado que sus rayos son absorbidos mayoritariamente por la córnea y el cristalino del ojo aumentando así los riesgos de causar a largo plazo daños o enfermedades como cataratas, queratitis, pterigión, daños en la retina, tumores en el ojo, enfermedad macular, e incluso cáncer. Daños que se multiplican cuando estos rayos se reflejan en superficies como la nieve, el mar o la arena.
Debemos tener en cuenta que en nuestro día a día de una forma u otra pasamos muchas horas bajo los efectos del sol, ya sea practicando deporte o actividades al aire libre como tenis, golf, montar en bicicleta, correr, caminar, navegar, practicar esquí… o simplemente si nuestro puesto de trabajo nos requiere la realización de labores en el exterior como camareros, albañiles, pescadores, agricultores, monitores de tiempo libre, etc. debemos tener presente que proteger nuestros ojos es fundamental.
Cada vez que salimos al sol sin protección estamos agregando un riesgo a la salud de nuestros ojos, porque los daños producidos por la exposición a los rayos UV se acumulan a lo largo de nuestra vida, por ello es importante seguir los consejos que los especialistas nos ofrecen:
– Protegerse con unas gafas equipadas con lentes o cristales certificados, es decir con una etiqueta identificativa de poseer un filtro adecuado contra la radiación ultravioleta. En este sentido, si vosotros no os la queréis jugar, hecho que os recomendamos.
– Los lentes deben bloquear el 100 % de los rayos UV.
– Se deben elegir preferentemente un tipo de gafas con la mayor protección lateral posible.
– Los cristales deben ser de tonalidades oscuras, los lentes grises y marrones son los que ofrecen una mayor protección solar, en cambio las tonalidades suaves como amarillos, azules, celestes, naranjas o rosas no garantizan una buena protección. Los transparentes solamente sirven como adorno o accesorio de moda.
– No se deje engañar por un día nublado, los rayos de sol pueden traspasar las nubes delgadas y la neblina. Así mismo utilice gafas de sol incluso cuando se encuentre a la sombra, aunque ésta reduce en cierta medida la exposición a los UV, nuestros ojos estarán expuestos a los rayos que se reflejan en edificios, carreteras, muros, etc.
– No mire nunca directamente al sol, ni durante un eclipse, puesto que pueden ocasionar una retinopatía solar.
– Ante la práctica de deportes como esquí, snowboard, navegación, vela, montañismo…, se necesita un filtro especial para protegernos de los rayos de sol que como mínimo debe ser de 4.
– No se debe olvidar que los niños y personas de la tercera edad también necesitan protección.
– Sin olvidar la norma general básica de protegerse con gorras de visera o sombreros de ala ancha que nos ayudaran a protegernos de los rayos del sol.
¿Qué daños puede producir una exposición prolongada al sol?
Una exposición prolongada al sol puede producir daños o enfermedades de la piel como:
- Quemaduras solares. Dependiendo del tiempo que se haya estado expuesto al sol la piel se puede volver roja, inflamada y dolorida, pudiendo producir ampollas, descamación, fiebre, escalofríos…
- Carcinoma basocelular benigno. Es el tipo de cáncer de piel más común y la neoplasia más frecuente en el ser humano, sobre todo en personas con tez clara, rubias. Este tumor es localmente agresivo y destructivo pero su capacidad de metástasis es muy reducida.
- Carcinoma espinocelular. Es la segunda neoplasia de piel en cuanto a su frecuencia. Su forma más común es la formación de una pequeña pápula rosácea descamativa.
- Melanoma maligno cutáneo. Es el cáncer de piel más agresivo y letal. Su pronóstico es bueno cuando es detectado en estadios tempranos, pero cuando su estado es metastásico la tasa de supervivencia disminuye de forma importante.