Los problemas de articulación temporomandibular y de la musculatura craneofacial, son cada vez más comunes, entre una población, cada día más estresada. Como respuesta a todo el estrés acumulado, aparecen trastornos, como el bruxismo, que afecta a gran parte de los españoles y españolas. Si rechinas o aprietas los dientes, puede que tengas bruxismo y todavía no lo sepas. ¿Sientes dolores frecuentes en la cabeza o mandíbula? Si es así, presta atención, porque en este artículo, te vamos a explicar qué es el bruxismo y cómo tratarlo. ¡Empezamos!
¿Qué es el bruxismo?
El bruxismo es una patología que afecta a la articulación temporomandibular, que se manifiesta en el apretar o rechinar de dientes y provocan desgaste dental, dolores agudos o crónicos en la zona de los oídos o en los músculos encargados de la masticación. Así mismo, las personas con bruxismo, pueden presentar dificultades para abrir bien la boca y corren el riesgo de desviarse la mandíbula. Todo esto, sin lugar a dudas, empeora la calidad de vida del paciente, por lo que el diagnóstico precoz y el tratamiento eficaz y a tiempo, son fundamentales. Así lo aseguran en Belmonte, Centro Avanzado de Odontología, una clínica que cuenta con un excelente equipo de profesionales especialistas en las diferentes patologías que pueden afectar a los dientes y encías, como el bruxismo. Tras un estudio inicial, realizan un diagnóstico, ofreciendo a todos y cada uno de sus pacientes, el tratamiento más adecuado. Hay que tener en cuenta que cada caso es diferente y que solo los profesionales de la salud saben cómo tratarlos.
Es importante diagnosticar el bruxismo a tiempo, en su fase inicial, que si bien ya se pueden observar signos de desgaste dental en esta etapa, todavía se puede tratar sin problema. En estos casos, la férula de descarga es la mejor solución. La férula, evitará que los dientes continúen desgastándose, pero no impedirá el rechinar o apretar de los dientes. El dolor, también desaparecerá, pero el problema sigue ahí. El yoga, o la medicina alternativa, puede complementar el tratamiento médico, ayudando a combatir el estrés.
En caso de que el bruxismo se encuentre en una fase muy avanzada y las piezas dentales están muy desgastadas, la mejor solución es rehabilitar las piezas dentarias con coronas o fundas de cerámica. Así, al menos, el paciente podrá volver a masticar los alimentos sin ninguna dificultad. Y es que se dan casos de pacientes que han dejado de disfrutar de la comida, debido al dolor y a la dificultad de masticar y apenas comen. Llegados a este punto, hay que tomar medidas serias ya.
Tipos de bruxismo
Existen dos tipos de bruxismo: diurno y nocturno. Algunas personas, tienen los dos. Las personas que padecen bruxismo diurno, tienden a apretar los dientes a la hora de realizar ciertas actividades que requieran concentración, como leer, estudiar, trabajar o incluso ver una peli interesante. Las que tienen bruxismo nocturno, lo hacen mientras duermen. El problema suele pasar desapercibido hasta que empiezan los dolores de mandíbula o cabeza, debido a la sobrecarga muscular, así como dolor dental, muscular o articular. El bruxismo puede provocar un desgaste dental excesivo y la pérdida de una o varias piezas dentales. El hueso que soporta al diente, así como la encía, también sufren. Estos tejidos se desgastan, lo que afloja aún más el diente, que finalmente, se cae. También puede provocar problemas en la musculatura cervical y en el soporte craneal.
El bruxismo es bueno para el cerebro
Según una investigación dirigida por el Dr. Francisco Gómez de la Universidad del País Vascoha, ganador del primer premio «Juan Luis Ferrer» de la Sociedad Española de Disfunción Craneomandibular y Dolor Orofacial, el bruxismo es beneficioso para el cerebro, a pesar de ser
«un hábito oral muy nocivo para el aparato masticatorio».
Pues bien, según este estudio, el bruxismo es una respuesta al estrés, precisamente, para hacerle frente. Ante una situación de estrés se activan ciertas áreas del cerebro, que libera múltiples neurotransmisores, como la dopamina, que “está involucrada en la regulación de las emociones ante situaciones de angustia y ansiedad, además de estar muy implicada en la aparición de aquellas conductas orales repetitivas (apretar de dientes, masticar chicle o morderse las uñas, entre otros) que realizamos de forma automática o inconsciente en situaciones de elevada tensión emocional”.
El bruxismo diurno, afirman o apretar los dientes, puede ser beneficioso para el organismo “como vía para descargar la tensión emocional y el estrés y atenuar así sus consecuencias sobre el cerebro”.