Con la salida de la crisis muchas personas han encontrado la estabilidad necesaria para independizarse de casa de los padres, pasando de los contratos de alquiler y yendo directamente a comprar una vivienda. Pues todavía estamos en un momento en el que a pesar de que los precios han subido, podemos encontrar buenos precios.
Comprar una vivienda por primera vez, o irse a vivir solo, a un piso totalmente vacío es algo que a mucha gente le da un poco de respeto. Pues hay que tomar muchas decisiones en torno a la decoración, teniendo en cuenta que el presupuesto para la misma no es muy alto, debido precisamente a que hemos desembolsado mucho dinero en la compra de la casa.
Tomar decisiones es algo de lo que la gente huye, y normalmente se tiende a confiar en amigos y familia para que te ayuden a tomar una decisión respecto a la decoración. Y esto es algo que a la larga nos puede perjudicar, pues hay personas que dan consejos en torno a sus gustos sin tener en cuenta los gustos de la otra persona.
En cualquier caso, uno de los mayores elementos del mobiliario en el que nos tenemos que enfocar es en las mesas y las sillas que estarán en la cocina o en el comedor. Excepto en el caso de que tu casa tenga una cocina en forma de isla, en cuyo caso solo deberemos de preocuparnos en las mesas y las sillas del comedor. Ten en cuenta que en estos espacios es donde pasarás la mayor parte de la vida diaria, así que tienen que ser totalmente perfectos para ti y tu familia.
Si no sabes que tipo de mesas o sillas elegir, no dudes en buscar ideas por Internet. Gracias a esto yo encontré la mesa y las sillas que encajaban con mi salón en Sillas-J.Valls, una fábrica de sillas de madera, taburetes y mesas que lleva desde 1942 ofreciendo sus productos a toda España. En el artículo de hoy no vamos a hacer tanto caso a las sillas, prestando más atención a la elección de la mesa.
Ten estos puntos en cuenta antes de tomar una decisión
Lo primero que debemos de prever es el espacio disponible, y ojo que este es quizá el punto más importante. Si el comedor es más bien pequeño, la mesa debe ser acorde a su tamaño. Piensa que lo ideal es que entre la mesa y la pared haya un mínimo de 90 o 100 cm para poder pasar sin problemas. No obstante, si por falta de espacio te ves obligado/a a arrimarla totalmente a la pared, es preferible optar por una mesa cuadrada o rectangular.
Directamente relacionado con el espacio disponible está el número de comensales a los que quieras y puedas dar cabida. Ten en cuenta que cada comensal necesita unos 60 cm de ancho y 45 cm de profundidad para sentirse más o menos cómodo. Multiplica esas medidas por el número máximo de comensales que quieras acoger y tendrás las medidas ideales de tu mesa de comedor.
La forma de la mesa es otra de las claves a valorar. Una mesa cuadrada es una excelente opción para una pareja con hijos (siempre que sean 2 como máximo) o sin ellos, ya que permitirá que cada uno de ellos tenga enfrente y a cada lado a un comensal. Y todo ello ocupando el espacio imprescindible.
Una mesa rectangular es probablemente la opción más versátil, ya que además de resultar la mejor solución para comedores alargados, cuenta generalmente con una capacidad mínima de seis personas. Además, se presta a la posibilidad de colocar un banco en uno de sus laterales en lugar de sillas e incluso a optar por una mesa extensible, con la que puedes incrementar todavía más si cabe su capacidad en las ocasiones más especiales.
Las mesas redondas están más de moda que nunca por su capacidad de generar una gran sensación de confort entre los comensales, que de esta forma se encuentran más cerca unos de otros y pueden charlar de forma tranquila y distendida sin necesidad de alzar la voz más de lo deseado para hacerse oír.
Las mesas ovaladas son una opción intermedia entre las rectangulares y las redondas. Son por lo general muy elegantes y visualmente livianas, gracias a la ausencia de aristas y especialmente recomendables para comedores estrechos.