Cada día vemos por la calle a un mayor número de personas que llevan ortodoncia y es que su uso se ha ido extendiendo con el paso de los años hasta cifras que no hace ni una década nos imaginaríamos. Las ortodoncias son una de las mejores soluciones para corregir la posición de nuestras piezas dentales y es que no a todos nos salen perfectas, por lo que en muchos casos debemos de optar por ayudas externas para que estos vayan a su sitio óptimo. Se trata de unos tratamientos que hasta hace poco estaban más enfocados a personas adolescentes pero que de un tiempo para esta parte podemos ver en personas de todas las edades ya que en una sociedad en la que cada vez cuidamos más nuestra imagen, son muchas las personas ya adultas que optan por este tipo de soluciones para verse y sentirse más guapas y con ello mejorar su autoestima, además, como es lógico, de su imagen personal.
La ortodoncia es una de las múltiples especialidades que nos ofrece la odontología y que, en este caso, se encarga de todo el proceso de estudio, prevención, diagnóstico y tratamiento de las diferentes anomalías en lo que respecta a la forma, posición, relación y función de las diferentes estructuras dentomaxilofaciales que componen nuestra boca. Las personas especialistas que se dedican a este oficio tienen la capacidad de prevenir, diagnosticar y corregir las posibles alteraciones que tengan las piezas dentales de sus pacientes, así como de mantenerlas dentro de un estado óptimo de salud y armonía. Esta armonía se puede modificar para adaptarla a la mejor posición mediante el uso y control de diferentes tipos de fuerzas que hacen que con el paso del tiempo, las piezas dentales logren su posición ideal. Un arte que ya desde el siglo VIII antes de Cristo trataba de intentar solucionar las diferentes anomalías que presentaban los dientes.
La ortodoncia ya no es solo para adolescentes y es que, aunque sigue existiendo la creencia de que el uso de la ortodoncia durante la edad adulta es solo una cuestión de estética, la realidad es que existen numerosos problemas que afectan a la salud dental los cuales podemos llegar a corregir con el uso de este tratamiento. Por lo que su uso, además de ser estético, se expande también por los resultados saludables que se consiguen mediante este tipo de tratamientos. Además, los avances tecnológicos en este tipo de trabajos dentales hacen que cada vez sea más discreto su uso, así como mucho más cómodo.
Una ortodoncia es capaz de mejorar nuestra salud en múltiples aspectos, entre los cuales destacan:
- Mejora la capacidad de masticación
- Nos permite una higiene mucho más correcta y saludable
- Nos sirve para prevenir las caries puesto que al mejorar la higiene hay menos placa y con ella se reduce la posibilidad de que aparezcan problemas
- Mejora nuestra presencia facial haciéndonos parecer mucho más joven
- Previene diferentes problemas de las encías como gingivitis o periodontitis
- Mejora nuestra apariencia general
- Mejora nuestra autoestima
- Nos hace tener una sonrisa perfecta con todos los dientes alineados y bien situados
- Reduce en gran medida los diferentes problemas de articulación que podamos sufrir
- Minimiza los desgastes dentales por mala posición, ya que, con su uso, esta mala posición se reduce de forma considerable
El Centro de odontología avanzada ZM, una clínica dental en Toledo, es uno de los más punteros en lo que al cuidado odontológico se refiere por lo que si nos ponemos en sus manos tendremos una total garantía de que al salir nuestra boca lucirá de la mejor forma posible con los precios más competitivos del mercado actual.
Tipos de ortodoncias
En la actualidad y gracias al avance de la tecnología existen una gran multitud de tipos de ortodoncias en función de nuestras necesidades específicas, sin embargo, la realidad es que las más usadas son la ortodoncia interceptiva, la cual se realiza en niños durante la dentición de leche o en una etapa ya mixta y está indicada para corregir las posibles alteraciones incipientes de maloclusión. La otra más usada es la ortodoncia correctiva la cual se lleva a cabo cuando es necesario corregir algún tipo de maloclusión ya establecida por lo que se realiza en edad juvenil y adulta para resolver, además de las mencionadas maloclusiones, la morfología y estética facial.