Las paredes de colores vivos puedes ser muy divertidas en momentos determinados, incluso podemos conseguir con ellas efectos verdaderamente interesantes pero siempre y cuando sepamos combinar todo para no acabar teniendo una casa que recuerde, demasiado, al parchís. Y es que con el tema de la pintura de las paredes hay que ser muy cuidadoso pues no es tan fácil cambiar de tono siempre que queramos ya que hacerlo conlleva una preparación, un gasto e incluso una contratación de profesionales si no queremos hacerlo nosotros mismos. Veamos pues algunos consejos.
Atrás quedaron las paredes blancas de hospital, planas y simples sin personalidad, y atrás quedaron las recargadas paredes decoradas de los años sesenta, lo que ahora es tendencia mezcla la diversión de los colores más vivos con las tonalidades neutras que harán de las estancias de nuestra casa espacios hogareños. Por eso, y según los diseñadores de moda, lo mejor es combinar colores neutros como los grises y beiges con las últimas tendencias en decoración.
El Efecto Ombré
Podemos llamarlo “efecto ombré” o degradado que es, al fin y al cabo, lo que es. Se trata de conseguir que una pared vaya oscureciendo su tono desde el techo hasta el suelo de modo que se produzca una especie de degradado uniforme a la inversa. Para conseguir este efecto lo mejor es comprar pintura plástica blanca y un tinte del color que deseemos con el fin de ir añadiendo unas gotas de color al blanco cada “X” centímetros de pintura con el fin de conseguir ese oscurecimiento desde el color más claro hasta el más oscuro. Este tipo de tinte podemos conseguirlo en grandes superficies como Leroy Merlín o en tiendas especializadas, no os resultará complicado pues todas las fábricas los producen. Podéis echar un vistazo al catálogo de esta fábrica de pinturas para haceros una idea.
Debes saber que da igual la dirección que escojas para iniciar el degradé, sea de arriba abajo o de lado, lo importante es que difumines bien la separación, para lo cual podrás ayudarte con una esponja. Es fundamental no usar pintura de secado rápido, pues será más difícil difuminar la línea que divide. Repite el procedimiento con cada tonalidad hasta que termines. La única regla que debes saber es que lo ideal es que la combinación no supere los tres colores, pues puedes perder el control del resultado.
La tendencia “color block”
Como si de un efecto vintage se tratara, el “color block” ha llegado para instalarse en nuestras paredes. Se trata de seleccionar una pared de la estancia, o incluso un rincón, y convertirla en el eje de todas las miradas con colores divertidos y formas geométricas. Estas formas pueden conseguirse pintando tú misma la pared con ayuda de cinta carrocera o incluso al utilizar estantes o armarios y cajoneras.
Por ejemplo, podemos pintar triángulos o círculos en ese rincón de la sala de estar, podemos pintar el interior de los estantes de la librería o podemos comprar pequeños estantes modulares de colores e instalarlos en esa pared creando un espacio único. Eso sí, recuerda combinar tanto color con tonos mucho más neutros o, de lo contrario, acabarás cansándote muy pronto de esta idea tan divertida.
El Papel Tapiz
Antes se llevaban muchísimo los papeles pintados en la pared, luego dejaron de llevarse y era casi imposible verlos en ningún hogar, y ahora parece que han vuelto pisando bastante fuerte. Actualmente hay diseños realmente elegantes y originales que pueden aportar a las estancias de tu hogar un toque muy especial. Eso sí, recuerda que si tienes gotelé es mejor ir olvidándote de esta idea pues los papeles tapiz sobre el gotelé no quedan nada bien.
Ventajas del papel tapiz:
- Podemos conseguir diseños muy originales de forma fácil y cómoda.
- El papel tapiz posee gran durabilidad frente a cualquier tipo de pintura.
- Hay una gran variedad de opciones, para todos los gustos.
- Es fácil de limpiar y difícil de ensuciar.
Consejos para pintar tú mismo/a
- Crea una lista previa con los materiales que vas a necesitar.
- Compra pintura de buena calidad, intentar reducir gastos comprando la más económica puede no ser rentable a la larga.
- Moja el suelo constantemente, de este modo cualquier gota de pintura que caiga sobre él será fácilmente removible.
- Y, por supuesto, protege tus muebles. Este trabajo es un rollo pero luego agradecerás no haber ensuciado nada.